Automatización industrial.
Industria 4.0, un paso
inevitable en el mundo contemporáneo.
El
término industria 4.0 hace referencia a la cuarta revolución industrial. Dicho
concepto surgió en Alemania en el año 2012, a partir de la configuración e implementación
de un gran proyecto del gobierno Alemán que buscaba utilizar a la tecnología como
base fundamental para el cambio y
desarrollo de la industria.
Así, la industria 4.0 persigue el establecimiento tanto de sistemas de producción inteligentes e interconectados, como la predicción de fallas y la interpretación de datos.
De
hecho, ésta cuarta revolución industrial soporta su fortaleza en la adquisición
y análisis de datos, la ejecución de procesos industriales más rápidos,
flexibles y eficientes con productos mejores a menor costo. Los actuales
avances tecnológicos en el área de la informática y la ingeniería potencian y
propician éste tipo de revolución.
Existen, desde luego, varias características importantes que se desarrollan en está industria 4.0. A manera de ejemplo, se pueden mencionar las siguientes:
-La
información debe ser instantánea: seguimiento y análisis de datos en tiempo
real, garantizando una mayor asertividad en la toma de decisiones. Además, de saber
todos los aspectos del proceso el momento en que se produzcan.
-El
proceso debe ser monitoreado remotamente: la monitorización remota de los
procesos de producción debe evitar posibles fallos que generen deficiencias en
la producción.
-Debe
haber una descentralización de la toma de decisiones: con el fin de mejorar la
producción en la industria, los sistemas cyber-físicos toman decisiones seguras y acertadas basadas en
el análisis de datos, sin depender de la intervención humana.
-El
sistema de producción debe ser modular: el proceso se divide en varios
segmentos. Una máquina producirá de acuerdo con la demanda, solamente se
utilizan los recursos necesarios para realizar cada tarea, lo que garantiza la
optimización de la producción y el ahorro energético.
Siendo así, de estas características depende, en gran parte, que la revolución industrial no sea una utopía, sino una realidad tangible en muchos países desarrollados.
Siendo así, de estas características depende, en gran parte, que la revolución industrial no sea una utopía, sino una realidad tangible en muchos países desarrollados.

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